
Evocando a su maestro, el poeta Fernando Nieto Cadena, los integrantes de “El jalón literario” leyeron sus versos y prosas ante un nutrido y complacido público que no se quedó solamente con las ganas de escuchar poesía sino que también cuestionó a los escritores en un diálogo enriquecedor. Esto como parte del ciclo de lecturas a cargo de los talleres literarios que organiza la Secretaría de Cultura de Tabasco.
En el Centro de la Imagen de Tabasco, antes de comenzar a abrir la tanda literaria, Miriam Castillo leyó un texto que Nieto Cadena escribió en el año 2016, mismo que aparece como presentación a la antología que el grupo publicó bajo el sello de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), titulada “Siempre me falta algo”. Allí, el ecuatoriano teje la complicidad que es necesaria para escribir y compartir la poesía.
La primera en compartir sus versos de raigambre íntima y algunas traducciones sobre Mervyn Peake fue Miriam Eugenia Castillo Castro, quien reveló que comenzó a escribir poesía gracias a la insistencia y entusiasmo del maestro Fernando, “yo escribía cuento, pero Nieto Cadena me empujaba a la poesía, ahora escribo poemas y ya no cuentos”.
Magnolia Vázquez Ortiz, quien tiene maestría en Literatura Mexicana, fue la segunda en leer algunos poemas de su libro “Ese animal voraz que es la familia”, cargado de un encanto familiar e irónico, también editado por la UJAT. La también ensayista y narradora destacó el papel fundamental que jugó Nieto Cadena en su formación literaria. “Era duro, pero no estaría aquí sino hubiera sido por su entrega. Fernando nos enseñó la poesía como una postura de vida”.
Rodrigo Arteaga Portillo, quien estudió Lengua y Literatura Hispánica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), leyó algunas prosas de su libro “La batalla por tu vida”, editado por la UJAT. A pregunta del público señaló que la escritura ha sido catártica en su vida, pues de este modo ha podido enfrentar el dolor por la pérdida de los seres queridos.
Elizabeth Meza García, quien es egresada de la carrera de Comunicación y Relaciones Públicas, compartió un poema largo que, curiosamente, reveló no era originariamente del agrado de su maestro Fernando Nieto. Señaló que, todavía, cada que lo lee, se acuerda de esta oposición del ecuatoriano con el texto, de ahí que haya abandonado el poema por un tiempo, pero ha vuelto felizmente a él para compartirlo y porque es una parte importante de ella.
Cerró la noche de poesía y evocaciones Eréndira Toledo Cortés, quien es psicoterapeuta Gestalt, y basó su lectura en el poemario inédito “En cuenco de jade”, cuyo cuestionamiento con los problemas del mundo actual es más evidente. Ella coincidió con sus compañeros del grupo en el papel que Fernando jugó en su formación literaria.