
- La tecnología quitó el carácter de exclusividad a los contenidos artísticos y culturales, y aceleró el desarrollo de la economía de la creación, el conocimiento y del régimen intelectual, afirma Mariana Delgado, directora del organismo
En una era marcada por el crecimiento vertiginoso de la tecnología y la irrupción de las redes sociales que provocan una ‘hiperabundancia’ de contenidos, el reto “es asimilarlos, acercarlos, sobrevivir a la indiferenciación y encontrar lo que es valioso, necesario e importante de la cultura y las artes”, sentenció la antropóloga Mariana Delgado González.
La directora general del Centro Cultural Digital (CCD) disertó este martes la conferencia “Impacto de los medios digitales en la producción cultural”, durante la cual advirtió cómo las tecnologías están revolucionando la manera de afrontar el día a día en el contexto de la pandemia de COVID-19.
En el marco de la Primera Semana Digital de la Economía Creativa en Tabasco, organizada por las Secretaría de Cultura, y la Secretaría para el Desarrollo Económico y la Competitividad, con el objeto de visibilizar este tema, insertarlo en el debate y reposicionarlo dentro de la agenda pública, la especialista habló sobre las tecnologías, su valor económico y la reproducción cultural.
En el espacio de análisis transmitido a través de la plataforma Facebook Live, desde la cuenta de Cultura Tabasco, Delgado González indicó que para conocer el impacto que todo esto ha tenido en la economía creativa, primero hay que tener un entendimiento claro sobre las digitalidades y nuestra relación con ellas.
Originaria de La Paz, Bolivia, pero graduada de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UAM), la investigadora, gestora y productora de proyectos de arte, cultura, ciencia y tecnología para organizaciones privadas y públicas observó cómo a lo largo de las últimas décadas la tecnología ha ido liberando al arte y la cultura de sus creadores, para convertirlas en objetos que tienen vida propia.
“Cómo va a seguir siendo el mismo arte, tan único, tan extraordinario, tan mágico, tan singular, tan irrepetible, si ya todo está sujeto a un nuevo sistema mucho más grande, complejo y adaptable, como lo es el mundo cibernético”, señaló durante el segundo día de conferencias remotas.
Quien de 2008 a 2016 lideró el proyecto Sonidero, un colectivo independiente dedicado a promover la cultura sonidera como una plataforma trasnacional de creación, innovación, participación y comunicación en México, Estados Unidos y América Latina, destacó que los productos, bienes y/o servicios culturales han experimentado una transformación que hoy día les permiten llegar a las personas en una nueva forma (formatos).
“De una cultura que tenía un acceso muy de momento, de contexto o circunstancia, llámese el acceso del privilegio enorme de tener una orquesta en una corte palaciega o de la alegre suerte de estar en un carnaval, donde el arte y la música sucedían en el instante, hoy podemos disfrutarla en el momento y en el lugar que cada quien desee”, refirió.
La directora general del CCD explicó que la revolución tecnológica permitió que pasaramos de una producción ‘casi’ artesanal de muchas cosas (libros, música, etcétera), a una producción industrial; es decir, enfatizó, “pasamos de la experiencia estética única, a un objeto de consumo masivo”.
Mariana Delgado explicó que la tecnología y las plataformas sociales quitaron el carácter de exclusividad a los contenidos artísticos y culturales, y aceleraron el desarrollo de la economía de la creación, el conocimiento y del régimen intelectual, y la separaron de los repertorios populares, comunes, abiertos y tradicionales.
“De la escasez y la producción limitada, pasamos a la hiperabundancia de contenidos y hoy por hoy podemos ver a mucho más creadores emergentes transmitiendo, compartiendo, sus productos desde sus singulares puntos”, puntualizó.