
- El Instituto Estatal de las Mujeres presentó este viernes el círculo de reflexión “La violencia obstétrica también es violencia de género”
- Jefa del Departamento de Gestión Municipal del propio instituto, Ana Ysabel Ramón de la Cruz, ofreció la capacitación
- Dijo que el problema es tan serio, que la OMS ha pedido a sus países miembros a invertir mayores recursos en la investigación para tratar de erradicarla
Durante la presentación del círculo de reflexión “La violencia obstétrica también es violencia de género”, el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM) exhortó a todas las mujeres a exigir respeto y un buen trato de parte de todo el personal de salud, durante su proceso de embarazo, parto y puerperio.
La jefa del Departamento de Gestión Municipal del instituto, Ana Ysabel Ramón de la Cruz, dijo que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), todas las mujeres tienen derecho a recibir el cuidado de su salud en todo su proceso de embarazo y parto, y una atención digna y de calidad de asistentes, enfermeras, médicos y especialistas.
“Es tan serio el problema en todo el mundo en este tipo de violencia, que la OMS insiste a los países a invertir mayores recursos en la investigación de este tipo de violencia obstétrica y buscar más y mejores acciones para evitarla, y que es exclusiva de las mujeres”, aseguró.
Puntualizó que no tiene por qué haber violencia, ni discriminación, ni maltrato, ni negligencia, ni irresponsabilidad de parte del personal médico durante el parto, porque además se están violentando los derechos de las mujeres. “Todas debemos tener un parto seguro, respetuoso y sin ningún tipo de violencia”, enfatizó.
En el círculo de reflexión se dijo que la violencia obstétrica se percibe como un abuso sistemático por razón de género, derivado del sistema patriarcal que engloba una intervención rutinaria, innecesaria y sin consentimiento de las mujeres, e incluye maltrato verbal, humillación y falta de respeto.
Se asegura que la violencia obstétrica es un tipo de violencia machista que sufren las mujeres durante el parto, por lo que se pidió seguir sensibilizando y capacitando a todo el personal de salud en el tema.
En su charla, la jefa del Departamento de Gestión Municipal del IEM presentó el caso de una joven madre chilena, de 26 años de edad, que durante su primer embarazo sufrió cualquier tipo de violencia obstétrica, pues por la prisa que tenía el médico que la atendió, porque se iba de vacaciones, provocó que le hicieran una cesárea sin su consentimiento.
En una entrevista, narró que desde que ingresó al hospital empezó a recibir mal trato de la matrona y del personal, pues le dijeron que la tenían que preparar para la cesárea, aunque ella les dijo que prefería esperar para que fuera un parto natural, pero contra su voluntad la practicaron la cesárea, y además no le dejaron ver a su bebé durante sus primeras horas.
La madre chilena demandó al hospital en la que fue atendida, y se puso a estudiar sobre este tipo de casos, que le permitió planear bien su segundo embarazo, elegir el lugar y el médico que quería que la atendiera, por lo que, durante todo su proceso y parto, no tuvo ningún problema y todo salió según lo planeado.
De acuerdo a la OMS, entre los derechos más vulnerados durante el parto está el derecho a la privacidad, el consentimiento informado y el derecho a estar acompañada durante el parto. Las mujeres víctimas de estas malas prácticas tienen una probabilidad menor de acudir a recibir atención médica a los centros asistenciales, poniendo en riesgo su vida y la del bebé.
Menciona que es urgente ampliar la investigación existente para mejorar las experiencias de las mujeres gestantes, incluyendo investigación sobre métodos novedosos de recopilación de datos, la comprensión de cómo las experiencias varían según el contexto y cómo estas experiencias afectan los resultados generales.
Ana Ysabel Ramón de la Cruz resaltó que desde el Instituto Estatal de las Mujeres continúan trabajando para abordar este tipo de temas y buscarles solución entre todas y todos, haciendo la parte que les corresponde. “Como servidores públicos tenemos la obligación de trabajar para erradicar este y todo tipo de violencia contra las mujeres”, afirmó.