
- La violencia de género afecta por lo menos al 30 por ciento de las mujeres en el mundo, se remarcó en el Círculo de Reflexión
En su constante lucha, para proteger los derechos de las mujeres y que estas tengan una vida libre de violencia, el Instituto Estatal de las Mujeres, (IEM), realizó una plática enfocada a este tema, encabezada por la Maestra Vanessa Sotelo Turban.
En su charla dirigida a personal del IEM, directoras de los centros de Atención a las Mujeres de los municipios y enlaces de Género de las distintas dependencias, así como público en general que sigue las capacitaciones, a través de las redes sociales institucionales, la ponente enfatizó, que hay que luchar por los derechos de las mujeres y nunca quedarse calladas.
“Hay que denunciar cualquier clase de violación a nuestros derechos, decir no, cuando es no, rechazar cualquier situación, que afecte nuestra integridad física y emocionalmente”, refirió.
Sotelo Turban, destacó que los derechos humanos de las mujeres, abarcan todos los aspectos de la vida como la salud, educación, participación política, el bienestar económico, al desarrollo, a un salario justo y el no ser objeto de violencia, así como muchos más.
En su plática, como un ejercicio de sensibilización, diaria del IEM, agregó, que las mujeres y las niñas, tienen derecho, al disfrute pleno y en condiciones de igualdad, de todos sus derechos humanos y a vivir libres de todas las formas de discriminación, esto es fundamental, para el logro de los derechos humanos, la paz y la seguridad y el desarrollo sostenible.
Expuso que la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, fue una resolución adoptada por la Organización de las Naciones Unidas el 15 de septiembre de 1995 al final de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, China, y confirma que la protección y promoción, de los derechos humanos, es la primera responsabilidad, de los gobiernos.
Asimismo, indicó que la Plataforma de Acción, apoya la consecución de la igualdad de género, en el marco de derechos humanos y formula una declaración explícita, sobre la responsabilidad de los estados, de cumplir las leyes en este sentido.
Sin embargo, comentó, que las leyes y las políticas, prohíben a las mujeres el acceso a la tierra, a la propiedad y la vivienda en términos de igualdad por lo que la discriminación económica y social, se traduce en opciones vitales más reducidas y más pobres, para las mujeres, lo que las hace más vulnerables a la trata de personas.
En tal sentido, sostuvo que la violencia de género, afecta por lo menos al 30 por ciento de las mujeres en el mundo.
Por tanto, recalcó que no se trata de que la mujer sea superior al hombre, sino "queremos estar en iguales condiciones que ellos, a la par del hombre, no detrás”.
Finalmente, hizo hincapié, que la mujer tiene derecho a una vida libre de violencia familiar, educativa, laboral, comunitaria o institucional y a recibir una educación sexual laica, objetiva, científica y veraz, a emplear los métodos anticonceptivos que elija y a ser madre o no.
Así también a tener un tratamiento médico digno y participar políticamente y ejercer el liderazgo, entre otros, muchos derechos.