- Coordinadora de Estudios de Género de UJAT, Adriana Acosta Toraya, ofreció tema en el que puntualizó que niñas y niños deben ser el centro de todas las decisiones
- Presenta conferencia “El interés superior de la infancia como prioridad para su protección y desarrollo” en foro mensual organizado por el Cenepred
“Los niños son el centro de todas las decisiones en cualquier ámbito”, aseguró Adriana Esmeralda Acosta Toraya, al presentar la conferencia “El interés superior de la infancia como prioridad para su protección y desarrollo”, organizada por el Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (Cenepred).
En el marco del Foro “Hablemos de…”, que ofrece el centro el último jueves de cada mes, la coordinadora de Estudios de Género de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) puntualizó que el interés superior de la niñez es clave en todo lo que hagamos. “Ellos deben ser nuestra principal preocupación en todo lo que hagamos”, enfatizó.
Dijo que las niñas y niños son particularmente vulnerables a las malas condiciones de vida, como la pobreza, deficiente atención de salud, mala nutrición, falta de agua potable, vivienda de baja calidad y la contaminación ambiental, porque todos esos factores amenazan su porvenir y, en consecuencia, el futuro de las sociedades en las que viven.
Detalló que de acuerdo a estadísticas oficiales, en nuestro país viven 38.2 millones de niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años, que representa 30.4 por ciento de la población total, siendo 49.3 por ciento mujeres y 50.7 hombres, de los que 28.7 millones viven en entornos urbanos y 9.5 millones en zonas rurales.
Acosta Toraya mencionó que 1.7 millones hablan alguna lengua indígena, 650 mil son afromexicanos, y 2.6 millones tienen alguna limitación física. Lamentó que 14 niñas, niños o adolescentes desaparecen diariamente; solo 26.3 por ciento tiene acceso a una alimentación nutritiva, y 24.8 por ciento manifiesta que su opinión nunca se toma en cuenta.
Señaló que 178 mil enfrentaron la muerte de uno o ambos padres por la pandemia del Covid-19; 275 mil 800 perdieron a sus cuidadores; dos de cada 10 adolescentes trabajan y 45 por ciento de ellas y ellos no asisten a la escuela; ocho de cada 10 que sufren violencia son adolescentes, y entre 35 mil y 45 mil menores son cooptados por el crimen organizado.
Citó que en nuestro país existen 13.4 millones de adolescentes entre 12 y 17 años, de los que 52.6% viven en situación de pobreza y 10.6% en pobreza extrema; 45 mil fueron madres entre 15 y 17 años; la mitad de los que trabajan no asiste a la escuela; y cuatro de cada diez que están en el Sistema de Justicia Penal abandonaron su hogar por violencia.
La también catedrática de la UJAT subrayó que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato infantil se define como los abusos y desatención de que son objeto las y los menores de 18 años, e incluye todo tipo de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, negligencia y explotación comercial, o que causen un daño a su salud.
En presencia del director del Cenepred, Walter Chacón Escalante, aseveró que datos oficiales muestran que adolescentes entre 15 y 18 años, el 26.1% declaró haber sufrido violencia durante la niñez, 20.4% violencia física, 10.5% emocional y 5.5 violencia sexual.
Indicó que la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres de hace siete años, menciona que cualquier forma de disciplina violenta fue empleada en 62.4% de las niñas y 62.7% en niños de 1 a 14 años, y el maltrato lo padecen tanto niñas (42.2%) como niños (45.3%), pero son las niñas (61.8%) y niños (56.9%), de 2 a 4 años quienes reciben más castigos.
Con respecto al Interés Superior de la Niñez, la conferencista afirmó que de acuerdo a la Convención Internacional de Niños se establece que debe otorgarse una consideración primordial al interés superior del niño en todas las medidas concernientes a la niñez.
Estableció que los Estados tienen el deber de integrar y aplicar este principio en todos los procedimientos legislativos, administrativos y judiciales que tengan una repercusión directa o indirecta en los niños, que representa aplicarlas en todas las políticas del propio Estado, en todos sus niveles y que pueden afectar directa o indirectamente a todos los niños y niñas.
Aseguró que en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se contempla la protección de los derechos de la niñez, sobre todo en sus formas más específicas de violencia.
Adriana Acosta puntualizó que el enfoque de derechos de la niñez y adolescencia considera cuatro elementos indispensables: sujetos de derechos, participación, autonomía progresiva y garantes de derechos.
Describió que en sujetos de derechos, gozan de todos los derechos, deber ser percibidos de forma activa y afirmativa, son personas con capacidades (acordes a su edad) y agentes de transformación social. En participación, hacen ejercicio de sus derechos como ciudadanos, emiten opiniones informadas que puedan afectar sus vidas y derechos, y permite la construcción de su autonomía.
Añadió que en autonomía progresiva son persona en desarrollo, y a medida que adquieren mayores capacidades a lo largo de su desarrollo, toman decisiones propias y ejercen sus derechos de forma autónoma. Y en garantes de derechos, Estado, sociedad y familia somos corresponsables obligados de garantizar que accedan a sus derechos de manera progresiva e integral.
Y concluyó que otras obligaciones es asegurar que cuando un menor requiere internarse por trastorno mental, se protejan sus derechos; prohibir el castigo corporal, como chanclazos; asegurar la realización del tamiz neonatal para diagnosticar padecimientos, como afecciones cardiacas; y penar el matrimonio infantil, pues viola todos sus derechos.