Como parte de las actividades del Día Mundial del Teatro, celebrado anualmente el 27 de marzo, alumnos y profesores del Centro de Estudios e Investigación de las Bellas Artes (CEIBA), ofrecieron este martes un programa variado.
En la Sala de Arte “Antonio Ocampo Ramírez”, el maestro Héctor Fernández, a través de preguntas formuladas por el público, desarrolló la charla “Los títeres para la promoción cultural”, donde habló sobre la importancia de este medio de expresión y comunicación artística.
Fernández inició su profesionalización como titiritero en un taller fundado por su padre, y fue el 30 de abril de 1974 cuando su títere Chocolate realizó su primera presentación formal, en una festividad del Día del Niño, en el Museo Nacional de las Culturas, en la Ciudad de México.

“Hablar de Chocolate es casi hablar de mis inicios. No fue una idea muy definida desde el principio, quise hacer un títere ruso o conocido también como botarga, de la técnica cartonería”, afirmó Fernández, quien este año cumple 45 años con el grupo “Títeres de Chocolate”.
Ante María del Rosario Piñeiro Ramírez, directora del CEIBA, destacó que un títere es cualquier objeto que cumpla estos requisitos: que sea movido con un objetivo dramático o en función dramática y que su movimiento se realice ante y para un público. “Es una figura inanimada que cobra vida gracias al esfuerzo humano. El teatro de títeres también sirve para representar cosas abstractas y es un gran reto”, aseguró.
Recordó que Picasso decía que todos los niños nacen artistas, el problema es que lo sigan siendo al crecer. “Todos hemos sido titiriteros, porque de niños jugábamos con muñecas y muñecos, y generábamos interacción y grandes pláticas”.

Asimismo, mencionó que el títere no tiene que ser precisamente “hermoso”, porque la verdadera belleza de un títere se logra a través de la magia, la cual se adquiere con la vida que se otorga a ese objeto, al establecer una comunión entre el objeto y el titiritero, cuando se tiene conexión con el público y se cierra el ciclo de comunicación.
Dijo que no se sabe exactamente cuál es el vestigio del títere más antiguo, pero se dice que en la tumba de una noble egipcia se encontró una figura articulada por hilos, lo que denota su utilización como títere. También grandes investigadores dicen que esto viene desde la prehistoria, cuando a la luz de las fogatas, el hombre vio proyectada su sombra en las paredes de las cavernas. Por eso se cree que dentro de los títeres, el teatro de sombras vendría siendo el más antiguo”, puntualizó.
Asimismo, comentó que los títeres no se llaman por el material del que están hechos, sino que, cuando hablamos de técnicas de títeres siempre vamos a hablar de cómo los manejamos o con qué los manejamos, entre ellos se encuentran: funda o guante, también conocido como guiñol; de varilla; de hilos; mixto (funda y varilla), y títere ruso.

Al final planteó al público la pregunta: ¿Por qué el teatro de títeres no ha crecido en Tabasco como en otros lugares? e indicó que, “como promotores culturales necesitamos incidir y participar en acciones de animación sociocultural y una forma muy buena es a través de los títeres”.
“¿Se les hace que Tabasco está para tener solamente dos grupos de títeres profesionales? En México existe una institución donde se capacitan titiriteros del país, pero todavía no hay una carrera como en otros países”, indicó.
También, en alusión al Día Mundial del Títere celebrado el 21 de marzo, se inauguró la exposición colectiva de títeres elaborados por alumnos de segundo, cuarto, sexto y octavo semestre del CEIBA, conformada por más de 70 títeres de diversos tipos, elaborados con materiales como botellas, tela, cartón, papel, entre otros.
Posteriormente, alumnos de sexto semestre, a cargo del maestro Raúl Batalla Quintana, mostraron ejercicios de la materia de Dirección; y se presentó la lectura en atril “La receta del pastel”, del maestro Enrique Iriarte Cabrera.