
La Secretaría de Cultura estatal invita a la presentación del libro “La carne en el asador”, de Alejandro Ahumada, que tendrá lugar este jueves 04 de abril, a las 18:30 horas, en el auditorio del Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”. El autor estará acompañado por los chefs Carlos Torres Ortiz y Gabriela López Ordóñez. La entrada es gratuita.
El cuerpo, la comida y el lenguaje son los ingredientes perfectos para escribir “La carne en el asador”, libro publicado por el Gobierno del Estado de Tabasco, que incluye ensayos de Ahumada.
Con estudios de gastronomía, el ensayista nacido en Córdoba, Veracruz, pero radicado desde hace décadas en tierras tabasqueñas, aborda en este volumen, recién publicado, la cuestión de lo corporal y lo culinario desde una “relectura contemporánea”.
“Pudiera resultar confuso el título porque me han comentado, a veces en broma, a veces en serio, si es un libro de recetas. Y no”, señala el autor.
.jpg)
Pone como antecedentes de su trabajo, la novela “Como agua para chocolate”, de Laura Esquivel y a otros autores que “han escrito sobre el tema de la gastronomía desde un punto de vista psicoanalítico, sociológico y lingüístico. Lo que hago es conjuntar esos temas y darles una relectura contemporánea”, enfatiza.
El volumen está dividido en nueve ensayos, entre los que sobresale “La niña del romero” para hablar sobre las prácticas mortuorias con especies que retrasan la descomposición del cuerpo tras la muerte y una adenda que es una “crítica mordaz hacia la mercantilización excesiva del mundo gastronómico”.
Al escribir las páginas, Ahumada siempre tuvo en cuenta a “los gastrófogos, que es una palabra que no se usa tanto pero que se refiere a la gente metida en la cocina, pero con tendencias más filosóficas”.
De hecho, el maestro de cocina Ricardo Muñoz Zurita prologó su libro. El reconocido cocinero le hizo una crítica sobre “lo que él denominó un eurocentrismo en mi investigación, una desviación en torno a lo local, en este caso de Tabasco o México”.
“A raíz de esas observaciones se realizaron algunas adecuaciones al texto, unas variantes un poco más locales, no nos centramos en la cocina del Sureste, aunque sí tomamos en cuenta algunos puntos de ella antes de publicar el volumen”, asegura Ahumada.
Es por eso que, sin ser un libro de cocina, en algunos pasajes dedica tiempo a hablar sobre los localismos culinarios de origen maya que poseen una fuerte connotación sexual.
El eje principal del ensayo es el lenguaje. “Un capítulo se llama 'Palabras que saben', un doble sentido de saber, de sabor y de conocimiento. El lenguaje culinario es imposible de eliminar del lenguaje amatorio”, sentenció el también publicista y fundador de la revista cultural Contra firma.