
- Destaca el representante del gobierno de Estados Unidos de Norte América en México el liderazgo del mandatario de Tabasco en la ruta de integración económica que sigue una región que por años estuvo olvidada y marginada
El liderazgo del gobernador de Tabasco, Carlos Manuel Merino Campos, ha resultado crucial en la construcción de la agenda de cooperación que México y Estados Unidos de Norte América impulsan para sacar del olvido al Sur-Sureste y detonar el crecimiento económico de la región, reconoció el embajador norteamericano, Kenneth Salazar.
El mandatario tabasqueño y el representante del gobierno de Estados Unidos en nuestro país sostuvieron este viernes un encuentro para dar seguimiento a compromisos derivados de la relación construida por los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, y encabezaron una reunión –en formato virtual– con gobernadores y representantes de los estados que conforman el sur-sureste.
Carlos Manuel Merino destacó el interés de la administración estadounidense para avanzar hacia la integración auténtica de América del Norte, e indicó que en el caso particular de Tabasco, es una entidad que está decidida a aprovechar el momento histórico que vive con la llegada de la Cuarta Transformación.
‘Queremos sentar las bases para que seguir creciendo y atraer mayores inversiones’, sentenció, al resaltar que Tabasco y el sur-sureste tienen mucho potencial que ofrecer a quienes andan en búsqueda de mejores condiciones para multiplicar y expandir sus proyectos de negocios.
Anticipó que el desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que prevé el establecimiento de parques industriales y la modernización de la red ferroviaria de la zona, además de la materialización del proyecto de distribución de gas natural, ofrecerá un plus adicional a la oferta regional.
Durante la reunión en la que se revisaron avances de los acuerdos tomados en seis reuniones anteriores entre Gobernadores y la Embajada de Estados Unidos, el jefe del Ejecutivo tabasqueño destacó la determinación del embajador Kenneth Salazar, a quien calificó como ‘un gran amigo y aliado del Sur-Sureste de México’.
Mencionó que el diplomático estadounidense ha mostrado gran interés en el desarrollo integral del sur-sureste mexicano, una zona, reiteró, que durante mucho tiempo estuvo aislada y olvidada, pero que ahora ‘ya tiene los ojos de México y de todo el mundo, por el enorme potencial que tiene para crecer y mejorar las condiciones de vida de la población’.
Carlos Manuel Merino señaló que como resultado de este nuevo impulso, hoy por hoy Tabasco se ubica como uno de los primeros lugares en el país en el rubro de captación de inversiones norteamericanas, y en ese sentido, ventiló el interés que tiene una firma manufacturera por establecerse próximamente en territorio tabasqueño.
‘Somos hermanos y socios’
Adelantó que aparejado a este panorama, la edificación del gasoducto que abastecerá del líquido al sureste, contribuirá al desarrollo de corredores industriales estratégicos en la entidad, uno de ellos previsto en la franja Cunduacán-Comalcalco-Paraíso, y otro en Frontera, con un nuevo puerto industrial y de servicios, para el que sólo ‘estamos en espera de que se solucione el último detalle para iniciar la construcción’.
En el encuentro efectuado en Palacio de Gobierno, Merino Campos reveló que de la mano de lo que sería el nuevo puerto de Frontera, “hay la promesa formal de un grupo empresarial mexicano de iniciar la construcción de una planta productora de fertilizantes, cuya inversión rondaría los 100 millones de dólares’.
El embajador Kenneth Salazar enfatizó que desde su llegada a México como representante del gobierno de Estados Unidos, hace 18 meses atrás, privilegió una nueva relación con Tabasco y la administración de Carlos Merino, para dar seguimiento a los acuerdos del presidente Biden y López Obrador, con la mirada en el sur, ‘analizando oportunidades de desarrollo para ambas regiones, y lograr la unión económica’.
Salazar dimensionó la importancia de la ‘histórica reunión’ que a principios de enero sostuvieron los presidentes de Estados Unidos y México, luego de que por un lapso de nueve años ningún mandatario norteamericano realizó visitas a nuestro país.
“De ahora en adelante, México y Estados Unidos somos hermanos y socios, porque coincidimos en que la integración económica de América del Norte puede conformar la potencia más grande del mundo”, expuso en rueda de prensa, realizada al término de una reunión de carácter privado.
Dijo que esta nueva visión, que tiene como punta de lanza al T-MEC, permitirá recobrar la autosuficiencia de producción, y dotará a Norteamérica de la capacidad para recuperar las fuentes de trabajo que emigraron hacia Asia y otros lugares.
El embajador puntualizó que en ese contexto, el Sur está llamado a jugar un rol trascendente, a partir de sus oportunidades de desarrollo e inversión, y en el marco de una relación que busca trascender en temas como seguridad, migración y cambio climático.