La maestra en Ciencias, Lilia Fraire Sierra, ofreció la charla “Experiencias de una pionera en el campo de la ingeniería en agronomía”, en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, y dentro de la serie Café Científico, impulsada por el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCYTET).
Consideró que desde su perspectiva, la mujer puede ofrecer al ámbito rural un conocimiento y una preparación especializada, capaz de adaptar las nuevas tecnologías al desarrollo rural sustentable. En este sentido, dijo, también se ha destacado que el principal reto al que se enfrentan las mujeres es la discriminación de género en un mundo claramente masculino, como el de la ingeniería.
La profesora investigadora del Instituto Tecnológico de la Zona Olmeca opinó que el papel de la mujer en la ciencia es muy importante. “Hemos participado en la innovación con grandes logros, y hoy en día aportamos mucho al avance científico de nuestro estado y del país, principalmente en los campos de la salud y los agroalimentos”, enfatizó.
Destacó que las profesionistas en el ramo también han incursionado en el planteamiento de los principios de la agroecología, que es la producción de alimentos libres de tóxicos para proteger al planeta, al medio ambiente, atender el cambio climático y, sobre todo, la seguridad agroalimentaria mediante la producción de alimentos sanos.
En su charla en el Centro Cultural Villahermosa, la integrante del Sistema Estatal de Investigadores de Tabasco ofreció detalles de su niñez en su natal Zacatecas, su gusto por el estudio y por los temas concernientes al campo, así como su vida familiar y cómo influyó su abuelo paterno en la decisión de superarse en la vida mediante el estudio.
Recomendó a madres y padres de familia que apoyen a sus hijos en su preparación, porque pueden llegar a ser muy talentosos y aportar mucho a la sociedad que tanto lo necesita. Vivimos en una sociedad que ha sido muy vulnerable en cuanto a su alimentación y por las enfermedades que padecemos, puntualizó.
La ganadora de premios estatales, nacionales e internacionales señaló que gracias a la agronomía ha tenido la oportunidad de conocer gran parte de nuestro país y visitado distintos países, en los que también ha estudiado, como en los Estados Unidos o en la Habana, Cuba, donde fue galardonada por la presentación de ocho trabajos de sustentabilidad.
Indicó que en los últimos años en Tabasco ha elaborado paquetes de cacao orgánico y asesorado a grupos de mujeres productoras de medicina herbolaria o de camote orgánico en Macuspana. “Debemos trabajar permanentemente para aportar algo a la sociedad, principalmente al cuidado del medio ambiente y de nuestro campo”, sentenció.
Opinó que algunas de las aportaciones de los agrónomos son la creación de mercados de producción y alimentación, la seguridad del medio ambiente, la protección a la salud, fortalecer la capacidad del sector primario y la importancia de educar a nuevas generaciones en la materia.
“La presencia de las mujeres empieza a notarse en todos los ámbitos de la sociedad, pero todavía nos falta mucho por hacer, porque seguimos siendo desplazadas por una cultura masculina”, manifestó.