- Para evitar descompensaciones en pacientes diabéticos o hipertensos, así como aumento de peso, la dependencia exhortó a la población regular la ingesta de platillos ricos en grasa, carbohidratos y azucares
El exceso en el consumo de ciertos alimentos puede generar descompensaciones, especialmente entre quienes padecen diabetes e hipertensión, por ello es recomendable celebrar las fiestas de fin de año con moderación, alertó la responsable del Programa Estatal de Nutrición de la Secretaría de Salud, Flor González de la Cruz.
Indicó que es necesario también evitar el consumo de platillos altos en grasas, carbohidratos y en azúcar, pues además de generar un deterioro en la salud de quienes padecen enfermedades crónico-degenerativas, provocan el aumento de peso en las personas.
La funcionaria señaló que en esta época, las personas suelen duplicar su consumo de calorías -que para las mujeres están recomendadas en 1500 y para los hombres en 1800-, lo que genera aumento de grasas, obesidad, problemas cardiovasculares y de presión arterial alta lo que puede complicarse más en los casos donde ya se tienen diagnóstico de diabetes o hipertensión hasta desarrollar un síndrome metabólico.
González de la Cruz explicó que lo ideal es realizar cinco comidas al días, desayuno, almuerzo a media mañana, comida, merienda y cena y sobre todo optar por la cocina saludable, es decir alimentos preparados al vapor o a la plancha disminuir el consumo de platillos con grasas saturadas (incluidas carnes, embutidos y productos de pastelería) y utilizar aceite de oliva y el pescado azul por sus propiedades cardiosaludables.
Otra opción, abundó es preferir la fruta de temporada en lugar de los alimentos procesados, por lo que se pueden consumir productos secos como las almendras, ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes y también ingerir frutas y verduras ricas en fibra para regular el tránsito intestinal y controlar los niveles de colesterol.
También recomendó practicar ejercicio moderado durante 30 minutos diariamente y tomar al menos ocho vasos de agua al día, en lugar de refrescos, pues facilitan la hidratación del organismo, al igual que las infusiones, sopas y zumos naturales.