- Alejandra Montemayor Loyo, maestra en Comunicación Digital y Cultura por la Universidad de Sídney, Australia, participó Semana Digital de la Economía Creativa en Tabasco, con su ponencia "El impacto de la Economía Creativa: programas del British Council en México".
La economía creativa es el sector económico que engloba las actividades que transforman ideas en bienes y servicios, sujetos a propiedad intelectual y cuyos insumos principales son el talento y las habilidades humanas, expuso Alejandra Montemayor Loyo, maestra en Comunicación Digital y Cultura por la Universidad de Sídney, Australia.
En el marco de la Semana Digital de la Economía Creativa en Tabasco, Montemayor Loyo participó con la conferencia "El impacto de la Economía Creativa: programas del British Council en México", espacio, en el que compartió la importancia de la economía creativa para el desarrollo de las regiones.
De acuerdo a la especialista, esta economía incluye actividades artísticas y de artesanía local, museos, tradiciones, patrimonio cultural, diseño, moda, software, teatro, videojuegos, música, marketing y publicidad, entre otras profesiones relacionadas, donde México y Tabasco tienen grandes ventajas.
Recordó que British Council es una organización internacional de Reino Unido enfocada en relaciones culturales, fundada en 1934 con la misión de promover el conocimiento amistoso entre la gente de Reino Unido y los demás países, con presencia actualmente en más de 50 países.
Agregó que British Council en México se funda en 1943 para promover principalmente el intercambio cultural, la enseñanza del inglés, y el intercambio artístico entre ambos países. Los esfuerzos por generar economía creativa iniciaron en 2015, y actualmente cuentan con 2 programas principales: Creative Collective e Innovación para la cultura.
Alejandra Montemayor explicó que de acuerdo a los estudios de British Council en una era de cambio constante, la creatividad y su intersección con la cultura, la economía y la tecnología tiene el potencial para generar empleos y promover la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano.
En ese sentido, subrayó que la economía creativa es un componente clave para el crecimiento económico en la mayoría de los países del mundo.
Confirmó que este sector contribuye significativamente al producto interno bruto (PIB) de las naciones, estimula la innovación, fomenta el desarrollo y contribuye a la transferencia de conocimiento en diversos sectores. Tiene además, un valor tanto comercial como cultural, lo que ha llevado a los gobiernos del mundo a expandirla y desarrollarla como parte de sus estrategias de diversificación económica.
En este punto, destacó las ventajas de Tabasco al albergar 550 espacios culturales, 528 bibliotecas públicas, diversas galerías, casas de arte y museos.
Con base en un análisis de British Council y autoridades culturales, detalló que se identificaron 91,388 establecimientos creativos en México, clasificados en nueve sectores principales, entre los que destacan tres grandes industrias: la de la música y las artes interpretativas, que representa 30% del total de establecimientos; la editorial, con el 20%; y la de publicidad y marketing, con el 16%.
Si bien la creatividad mexicana es reconocida en todo el mundo, el análisis arroja que México todavía no ha alcanzado su máximo potencial de desarrollo en el sector de las economías creativas, factor que ha inhibido su competitividad con respecto a otros países tanto a nivel regional como global, señaló.
Por lo anterior, consideró que los retos de México están en un mejor diseño de políticas públicas, fundamentales en el fortalecimiento de las instituciones, la mejora de la calidad de los sistemas educativos y del acceso a la información, entre otros aspectos.
Asimismo, el desarrollo de mejor incentivos: impuestos o subsidios que deben de evaluarse con el objetivo de generar dinámicas favorables al desarrollo del sector. Como ejemplo, los subsidios que se ofrecen a creadores deben de incentivar la perspectiva de negocio sustentable.
Aunado a ello, recomendó disminuir la dependencia en las industrias extractiva y manufacturera, y por el contrario, diversificar el mercado nacional.