- El paciente fue un adolescente de 17 años con una malformación en el esternón que le generaba cansancio físico y riesgo de enfermedades pulmonares.
Médicos del ISSET realizaron con éxito una cirugía de una malformación en el esternón conocida como “pectum excavatum” a un adolescente de 17 años, en el Centro de Especialidades Médicas "Dr. Julián A. Manzur Ocaña".
El cirujano cardiotorácico del ISSET, Juan Carlos Rojas Loranca, explicó que, al paciente diagnosticado con “pectum excavatum” -una patología que viene desde el nacimiento-, se le realizó una cirugía de mínima invasión colocando una barra de titanio para corregir el hundimiento.
Abundó que este problema se nota en los niños de seis meses o al año, ocasionando problemas durante la adolescencia, ya que muchas veces se cansan al realizar una actividad física, y que puede provocar una afección pulmonar y cardiaca por que el hundimiento desencadena una compresión en el corazón.
Sin embargo, aseguró que con esta cirugía, el paciente realizará sus actividades de manera normal en poco tiempo.
Además, Loranca Rojas, destacó que, es la primera vez que en el ISSET se realiza este tipo de cirugía.
El cirujano de tórax pediátrico, Vicente Sánchez Paredes, quien labora en el Hospital del Niño y colaboró en la cirugía, señaló que esta operación se llevó a cabo de manera rápida y fácil, gracias a las gestiones administrativas que hay entre el ISSET y el Hospital del Niño de Alta Especialidad, Rodolfo Nieto Padrón.
El también encargado del Servicio de Cirugía de Tórax y Endoscopia de dicho nosocomio, explicó que lo más complicado de la cirugía es colocar la barra de titanio por abajo del esternón, ya que pasa cerca del corazón.
Descartó problemas durante la recuperación del paciente, puesto que dijo, ambas instituciones tienen un excelente equipo de anestesiólogos y que solo bastará de tres o cuatro días de hospitalización para que el paciente regrese a su casa a realizar sus actividades de manera normal.
Sánchez Paredes, refirió que, ya fuera del Hospital, el paciente tendrá que mantener seguimiento cada dos o tres meses para checar su evolución.
Asimismo, señaló que en los primeros seis meses estará limitado a actividades físicas intensas, “de ahí en fuera la idea es que pueda hacer actividad física normal como cualquier niño o adolescente como lo es en este caso”.
El médico cardio torácico indicó que la barra que se le colocó al adolescente tras la cirugía estará en su cuerpo dos años para que posteriormente le sea retirada.
Cabe señalar que esta cirugía puede llegar a tener un costo de hasta 300 mil pesos, y la barra que se colocó al paciente tiene un costo de aproximadamente 50 mil pesos.